Querida Celia
No contaba con que hoy vinieses a casa. De hecho te hacía ya en Madrid. Ayer cuando me llamaste para preguntarme si venías la verdad es que me alegré. Así serán menos días... teniendo que batallar.
En fin, otro año igual de pobres. No hay forma de que nos toque la lotería. Lo más, los cien eurillos que pillé el año pasado.
No teníais que haberos tomado ninguna molestia, me parece precioso el Belén, pero no teníais que haberme regalado nada. Gracias, muchas gracias, y que por muchos años nos acompañe.
Felices fiestas