** Notas a Celia **

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Este blog es un sentido homenaje a todas aquellas mujeres que realizan las tareas domésticas en nuestros hogares cuando por las prisas, el trabajo, o el motivo que sea no podemos hacerlo nosotros. Esas mujeres a las que en muchas ocasiones apenas vemos y con las que nos acabamos comunicando, en el mejor de los casos, mediante notas

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jueves, 29 de enero de 2009

Pintura de Maite Piñero
Querida Celia

Me alegro de que las aguas vuelvan a su cauce.

Dejo junto a la fregadera un poco de lechuga con unas gotitas de lejía para la ensalada del medio día. No me la muevas de sitio, por favor.

El otro día me enternecí en el café de enfrente de tu casa. Entró un mocoso de unos cinco o seis años, de esos como tú, del otro lado del charco, piel oscura y cabello aún más negro. Dejó la mochila en el suelo y se quedó mirando al camarero. Éste estaba bebiendo conmigo, como cada día después del trabajo, y me dijo que hacía unos días que el chaval iba allí y se lo quedaba mirando y que le resultaba imposible no darle un croissant o un pequeño bocadillo y servirle un vaso de leche caliente.
Era tal la cara de felicidad del niño ante esos manjares, me resulta tan terrible ver que todavía existe ese tipo de pobreza entre nosotros que se supone que somos un país avanzado...

miércoles, 28 de enero de 2009

Celia

Creo que con mi mal humor y tu ego no llegaremos a ninguna parte.

Reconozco que quizá el tono de mi anterior nota no fue el más adecuado, pero también tienes que reconocer que aunque se trate de tu familia a mí no me hace especial gracia que haya gente en casa cuando no estoy.

Ya tuve mis recelos cuando te contraté, por lo de meter a alguien a quien no conoces en casa, ya sabes.

Entiendo que tu intención fue buena, que querías ayudarme viniendo una tarde que no podías, incluso puedo entender que pensaras que con ayuda acabarías antes, pero reconoce que quizá también hubo un abuso de confianza por tu parte.

Sea como sea, espero que también tus ánimos se hayan apaciguado y hayas repensado lo de marchar. Te pediría otro favor y es que no volvamos a darle más vueltas al asunto.

Te dejo el dinero de el lunes y el de hoy.

lunes, 26 de enero de 2009

Celia

¿Se puede saber qué narices fue lo del viernes? Estoy pensando muy seriamente qué hacer contigo. Si no podías venir, con que me lo hubieses dicho había bastante. Suerte tuvisteis de que mi hermano cuando fue a retirar los muebles viejos me llamó a mí y no a la urbana o algo parecido. ¿Pero cómo puedes poner a Práxedes a hacer la cocina y a una persona que todavía hoy no tengo muy claro de quien era a hacer mi habitacion "Para acabar antes"? ¿Es que no entiendes que es mi casa? No sé qué mas decirte... había pensado incluso en despedirte, pero dejaremos enfriar los ánimos antes de tomar una decisión.

Fregasuelos, abrillantador y estropajo, tal y como me pediste.

jueves, 22 de enero de 2009

Querida Celia

No sabes cómo te agradezco que a pesar de las diferencias telefónicas que hayamos podido tener esta tarde finalmente puedas venir mañana a casa. Te pediré poco.
La vecina de al lado me ha pedido que si podías hacer la escalera, cosas de la gripe, ya sabes, y yo con que por favor me lustres los cubiertos y me dejes lista la vajilla me doy por satisfecho.

Veo que estás aprendiendo pronto la buena tradición española de que cuando llega el viernes por la tarde se sale zumbando hasta el domingo ¿Eh? Ya me contarás qué tal por las termas.


Cuadro de Cristin Atria

martes, 20 de enero de 2009

Querida Celia

Realmente ha sido una tarde emocionante.

Hay quien no ha dudado, enseguida, en comparar esta investidura con la llegada del primer hombre a la luna por el efecto mediático que ha tenido.

Se han dicho tantas cosas en tan pocas horas... Pero te diré que para mí el momento más emocionante casi que ha sido cuando Bush bajaba las escaleras del Capitolio para no volver más como presidente.

No me seas maliciosa, Celia, la cena del viernes no es una cena romántica ni nada por el estilo, aún no. Simplemente nos juntamos unos amigos a celebrar la nueva cocina, y de lo que se trata es de que vean qué tal me defiendo con ella.

De todas formas tampoco parecen querer que me complique demasiado la vida. Esto es lo que me respondían respecto a lo del tiramisú por via mail: "Mejor unas buenas naranjas". ¿Será acaso que no se fían?.

lunes, 19 de enero de 2009

Querida Celia

¿Cómo vas del catarro? Como podrás ver este fin de semana me he portado bien y he hecho lo que buenamente he podido en la casa, léase barrer, escobar, fregar los platos y esas cosas. Hoy te dejo a ti la plancha y la colada, que no he tenido tiempo antes de salir de casa.

El viernes tengo una cena de esas para quedar bien. ¿Alguna sugerencia? lo único que de momento tengo claro es el postre: Tiramisú. Me sale bastante bien y lo puedo dejar hecho de víspera.

miércoles, 14 de enero de 2009

Querida Celia

No te preocupes. Todos tenemos derecho a caer con la gripe. Lo principal es que pronto estés bien. No vayas diciendo muy alto eso de que me viste el otro día a media mañana comprando en el mercadillo que se supone que estaba trabajando. Lo primero es lo primero.

La vuelta a la rutina me está sentando bien. Además, estos días estoy redescubriendo el simple placer de estar con la familia, especialmente con mis hermanos, a quien a pesar de vivir muy cerca suelo ver tan poco. Hoy mismo me he coronado con una simple sopa de verduras.

Como podrás ver he cambiado algunos muebles de sitio. Esa otra nueva vertiente mía. El querer mantenerme constantemente ocupado hace que me dedique a mirar la decoración de la casa desde otra perspectiva.

Cuidate, y mucho limón con miel. Nos leemos el lunes. Mañana salgo de nuevo de viaje de trabajo.

lunes, 12 de enero de 2009

Querida Celia

Nada tan gratificante para entrar en calor en estos días gélidos como un buen caldo, sea de la variante que sea. Además, si le pones garbanzos y la carne que quieras te aseguras aparte de un exquisito sabor un segundo plato también delicioso.

No es una nueva tele de diseño, es otro tipo de ordenador que a diferencia de los habituales, pantalla por un lado y ordenador por otro, lo tiene todo en la misma carcasa. Ya te dije que no soy de ver la televisión en exceso...

Pues sí, de nuevo la nieve ha llegado a las montañas y no me extraña que no os dejasen subir, sé lo que me digo, es peligroso.

Haz otra vez la escalera y pasa la tablilla a la puerta de enfrente. Gracias


jueves, 8 de enero de 2009

Querida Celia

Los ánimos siguen bajo mínimos, este fin de semana marcharé fuera.
Barcelona siempre suele sentarme bien cuando estoy bajo de ánimos. Quizá sea el momento de ver ese musical que llevo tanto tiempo queriendo ver aunque ahora no creo que consiga encontrarle la gracia.

¿Donde has encontrado esa moneda? Sí, tú mejor que yo sabes que se trata de 500 pesos chilenos.
Esta moneda me la dio un ex compañero de trabajo compatriota tuyo que metía 500 pesos en la máquina del café de la empresa y no sólo le daba el café sino que además le devolvía el cambio del euro. Buena picaresca la vuestra... no, no te la doy, me la quedo yo como recuerdo.

¿Te gustan los márgenes de la nueva libreta que he comprado para escribir tus notas?

miércoles, 7 de enero de 2009

Querida Celia

¿Puedes hacerme un favor? Cuando vengas esta tarde intenta hacer el menor ruido posible y no te preocupes por mi habitación. Acabo de llegar de viaje y llevo desde el domingo sin apenas dormir. Además el dolor también cansa. Ahora mismo me siento como si todas las lágrimas lloradas me hubiesen erosionado por dentro y lo que necesito es tener fuerzas suficientes para no hacerme añicos a causa de dicha erosión.



Agradezco tu amable nota y tu llamada al móvil. Finalmente he optado por venir a casa. ¿Qué gano haciendo que mi madre me vea en estas condiciones? Mis amigos cuidarán de mi, al menos esta tarde. Como cantó en su momento tu querido Freddy Mercury "The show must go on" el show tiene que continuar, aunque no tengamos fuerza para ello. El trabajo, los amigos y la familia son los que ahora mismo tiran del carro, como vulgarmente decimos por aquí. Me dejaré llevar hasta que sea capaz de volver a caminar por mí mismo. Como decía otra hermosisima canción que le encantaba a mi amiga "Nunca me enseñaron a volar, pero sé que el vuelo debo alzar". Realmente el viejo tren silba y parte llevandose con él algunos de los momentos más preciados de mi vida. Son tantas cosas las que me pesan después de este último golpe del destino que realmente me pregunto si podré volver a ser el de antes.

¿Sabes una cosa? Hace poco alguien me dijo en el rellano que no creía en las casualidades, que todo sucede por algo. Supongo que por eso se adelantaron los reyes unos días, supongo que quizá ese sea parte de su legado.

domingo, 4 de enero de 2009

Querida Celia

Espero que hayas tenido unas fiestas mucho mejores que las mías. Está visto que las Navidades tienen algo contra mi persona. Te dejo esta nota por si el miércoles, cuando vengas, yo no estuviese en casa. Perdona si durante una temporada no te preste toda la atención que te he prestado hasta ahora.

Las navidades de hace dos años intentaron quitarme de el medio mediante un incendio en el comedor del piso que hizo que tuviese que repintarlo y cambiar el mobiliario. Por suerte, aquella madrugada estaba leyendo Oliver Twist y noté a tiempo el olor a quemado.

Las navidades pasadas estuvieron a punto de ser trágicas cuando el calentador del agua me explotó en los morros. Todavía no sé cómo pudo ser que los hierros del calentador subieran más altos que yo y que apenas me hiciese unas quemaduras de agua en el pecho, la barriga y las piernas.

Al parecer las navidades, este año, han decidido que ya que no pueden conmigo atacan por donde más duele y es así como esta misma tarde me han arrebatado a una de las personas que más he querido a lo largo de toda mi vida. Un accidente de coche. Me han avisado cuando la cosa ya estaba muy mal, no querían que me pusiera de viaje sin saber nada concreto. Lo peor de todo es que le he fallado una vez más y no puedo salir de viaje, mañana tengo guardia y no ha habido forma humana de cambiarla. Algún maldito genio estará relamiéndose de gusto pensando en esta situación.

Por favor, quita todo el polvo que levantó la última etapa de las obras de la cocina y cuida de mis plantas.

Supongo que en unos días estaré de vuelta, no sé, ahora no estoy para decidir nada concreto. Lo único que sé es que de momento el hijo pródigo vuelve a casa, bajo el amparo materno.