** Notas a Celia **

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Este blog es un sentido homenaje a todas aquellas mujeres que realizan las tareas domésticas en nuestros hogares cuando por las prisas, el trabajo, o el motivo que sea no podemos hacerlo nosotros. Esas mujeres a las que en muchas ocasiones apenas vemos y con las que nos acabamos comunicando, en el mejor de los casos, mediante notas

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domingo, 4 de enero de 2009

Querida Celia

Espero que hayas tenido unas fiestas mucho mejores que las mías. Está visto que las Navidades tienen algo contra mi persona. Te dejo esta nota por si el miércoles, cuando vengas, yo no estuviese en casa. Perdona si durante una temporada no te preste toda la atención que te he prestado hasta ahora.

Las navidades de hace dos años intentaron quitarme de el medio mediante un incendio en el comedor del piso que hizo que tuviese que repintarlo y cambiar el mobiliario. Por suerte, aquella madrugada estaba leyendo Oliver Twist y noté a tiempo el olor a quemado.

Las navidades pasadas estuvieron a punto de ser trágicas cuando el calentador del agua me explotó en los morros. Todavía no sé cómo pudo ser que los hierros del calentador subieran más altos que yo y que apenas me hiciese unas quemaduras de agua en el pecho, la barriga y las piernas.

Al parecer las navidades, este año, han decidido que ya que no pueden conmigo atacan por donde más duele y es así como esta misma tarde me han arrebatado a una de las personas que más he querido a lo largo de toda mi vida. Un accidente de coche. Me han avisado cuando la cosa ya estaba muy mal, no querían que me pusiera de viaje sin saber nada concreto. Lo peor de todo es que le he fallado una vez más y no puedo salir de viaje, mañana tengo guardia y no ha habido forma humana de cambiarla. Algún maldito genio estará relamiéndose de gusto pensando en esta situación.

Por favor, quita todo el polvo que levantó la última etapa de las obras de la cocina y cuida de mis plantas.

Supongo que en unos días estaré de vuelta, no sé, ahora no estoy para decidir nada concreto. Lo único que sé es que de momento el hijo pródigo vuelve a casa, bajo el amparo materno.