El viernes me tocó asustarme. Fui a comer con un matrimonio amigo cuando ella empezó con dolores de parto en el propio restaurante y como sólo le daban cada seis minutos decidió esperar un poco más. Por las caras de dolor que ponía mi amiga creo que el tema de las contracciones no debe de ser muy agradable.
Yo pensaba que no llegábamos a los postres sin tener que llamar a la ambulancia, pero al final sí, aunque con algo de prisas pudimos acabar la comida y ellos se fueron directos al hospital. La niña nació perfectamente el sábado a las dos de la madrugada. Bienvenida, Laia.
Imagen de: http://www.myretrobaby.com/