Por un error dejé la maderita de la escalera una semana más de lo que tocaba en casa. Tendrás contenta a la vecina de enfrente que se ahorró la faena la semana pasada.
Creo que por fin ha nacido la primera generación de la temporada de golondrinas en mi balcón. El sonido de los pequeños difiere mucho del de las grandes, son mucho más estridentes.
¿Cómo va esa espalda?
Ilustración de David Cobb
2 comentarios:
Me recuerda la casa de mi infancia en la que también había nidos de golondrinas que regresaban cada año.
Celia, ten paciencia con libros y papelotes, o mejor, directamente, limpia menos.
Biquiños y ¡animo! (a ambos)
Pues en casa lo mismo , libros , papeles , más pápel , mas libros... menos ganas de todo y todo en espera de terminar el curso... menos mal que queda menos¡¡¡...
Celia como es mejor no revolver no limpies mucho, aprovechate ;--)
Me gusta el sonido de las golondrinas, las miro y las oigo por mi ventana, busco sus nidos pero no los tengo tan cerca como para fotografiarlas....no me digas que no son un encanto???, y no pienso creerme que no lo las echarás de menos cuando partan...que no , que no pienso creerte ¡¡¡ ;-)
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